La encrucijada de la industria

Introducción

El desarrollo de la industria del software argentino se encuentra en esta década ante una encrucijada con tres destinos posibles:

·        la mediocridad dependiente

·        la anomia productiva

·        la consolidación como jugador importante del negocio global

El camino que tome esta industria estará determinado, en gran medida, de las decisiones que se tomen y las acciones que se realicen en nuestro futuro inmediato.

Es un momento propicio

Es un momento políticamente propicio. Existen claras señales de la importancia que el país asigna a las denominadas Industrias del Conocimiento. Se dictan leyes de apoyo al desarrollo de las mismas votadas tanto por el gobierno como por la oposición. Se asignan recursos presupuestarios para incrementar la capacidad de producción de esta industria cerebro-intensiva. En el conjunto de la población se percibe una opinión valorativa y esperanzadora sobre la industria y su desarrollo.

El momento económico del sector es también propicio. La promulgación a principios de este siglo de la Ley de Promoción de la Industria del Software posibilitó durante dos décadas el creciente desarrollo de la actividad que, además de crecer hasta ubicarse en los primeros lugares en la exportación argentina de intangibles, incrementó sustantivamente el número de trabajadores informáticos con capacidades básicas que facilitan el tránsito hacia una nueva etapa de la industria.

¿Porqué entonces la industria del software debe iniciar una nueva etapa?

Porqué su crecimiento y su pujanza la han llevado al punto de inflexión, a la encrucijada que se menciona en el inicio de este documento.

Estamos convencidos de que la Argentina puede generar en esta década 50 unicornios de industria del software.

Para lograrlo, resulta necesario mirar el exitoso desarrollo alcanzado por la industria del software con nuevos ojos.

[i] UNICORNIOS. Se tratan de compañías que logran generar un valor de 1.000 millones de dólares durante su primer año de lanzamiento al mercado aún sin haber abierto su oferta en la bolsa de valores y sin contar con el financiamiento de inversionistas u otras empresas de mayor tamaño.

¿De qué industria estamos hablando?

Una industria que no demanda de dólares para crecer

El principal insumo de la industria del software es -nada más y nada menos- que la capacidad y el conocimiento. Dos condiciones con la que los argentinos podemos contabilizar como ventajas comparativas.

  • ¿Estamos organizando la industria para aprovecharlas correctamente? La respuesta es NO.

La realidad nos muestra un mercado laboral en el que los trabajadores de la industria del software deben vender barato su trabajo -localmente o en el exterior- para que compremos caro lo que el exterior nos vende fruto de ese trabajo. Mientras no se modifique el actual esquema productivo del sector, la formación de nuevos trabajadores sólo profundiza esa situación.

Dejar de ser tributarios del beneficio de otros

La tendencia del mercado de trabajo indica que en los próximos 5 años, el 60% de los nuevos empleos serán creados en la industria del software. Cuando más posterguemos la decisión política que revierta la situación de ser un país que provee trabajadores de software tributarios económicos de los beneficios de otros, más difícil va a ser alcanzar competitivamente ser parte de los países que disfrutan de esos beneficios. 

¿Cuál debería ser el  el camino a seguir?

De dónde partimos

Para encontrar respuesta a esta pregunta proponemos pararnos en el panóptico en el que nos ubica el Hexágono Virtuoso, modelo de producción tecnológica superador del histórico triángulo concebido el siglo pasado por el físico argentino Jorge Sábato.

El Hexágono Virtuoso

El Triángulo de Sábato imaginaba un espacio de interacción entre tres actores sociales: el Estado, el sistema científico-tecnológico y los empresarios. Suponía que del accionar conjunto de esos tres actores surgirían las políticas del desarrollo productivo nacional.

El Hexágono Virtuoso incorpora a otros tres actores que hoy resultan fundamentales e insoslayables: los demandantes de tecnología, los trabajadores y los técnicos. Detengamos la mirada sobre los primeros: los demandantes de tecnología son un actor fundante del desarrollo tecnológico y productivo.

Es la demanda la que genera la innovación tecnológica. Así fue para la micro-electrónica lo que se llamó «la conquista del espacio» en la que soviéticos y norteamericanos se trenzaron en la década del ´60, y lo fue la seguridad norteamericana para el desarrollo de Internet en épocas más recientes.

Argentina no posee Demandantes de Tecnología en la Industria del Software

En el actual esquema productivo, nuestro país no posee demandantes de tecnología de la industria del software que orienten y ordenen la producción en beneficio de las pymes nacionales del sector y contribuyan al superávit comercial del país en la medida de los volúmenes de producción que pueden alcanzarse.

EL ESTADO PUEDE CUBRIR ESE ROL FALTANTE

Frecuente comprador de productos tecnológicos desarrollados por otros países y actores económicos, una decisión política que lo instale como formulador de producto e integrador de partes desarrolladas por empresas locales a las que se les retribuya a valores internacionales, pero se les exija que cumplan con normas y procedimientos de calidad de producto y de proceso, en particular estableciendo niveles de remuneraciones para sus trabajadores que sean competitivas con las que abonan las empresas que los contratan desde el exterior, recuperando su producción y conocimientos para el mercado local e integrándolos al trabajo formal.

INFOWORKERS PRESENTA SU PROPUESTA

Características de la Empresa a crearse

EN EL CONSEJO DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS PARA LA DEFENSA
DEL MINISTERIO DE DEFENSA
16 de noviembre de 2022 

EN LA FUNDACIÓN PROYECT.AR, QUE PRESIDE EL ACTUAL
MINISTRO DE ECONOMÍA SERGIO MASSA
13 de diciembre de 2022

•     Formuladora de productos e integradora de partes desarrolladas por empresas locales a las que se les retribuya a valores internacionales, pero se les exija que cumplan con normas y procedimientos de calidad de producto y de proceso.
•      Con niveles de remuneraciones para sus trabajadores que recuperen su producción y conocimientos para el mercado local e integrándolos al trabajo formal.
•     De la misma forma como sucedió con INVAP, el Estado debe apadrinar con su poder de compra, el crecimiento autónomo de la empresa hasta que la misma logre masa crítica para sostener su propio desarrollo y competir libremente en los mercados locales e internacionales.
•     Una sociedad con capital
•      60% Estatal
•      20% sector tecnológico
•      20% en acciones que coticen en bolsa y que fraccionen entre pequeños ahorristas, fortaleciendo la transparencia de su gestión y posibilitando un mayor control social.
•     Conducida por un Consejo Directivo compuesto por representantes de los vértices del Hexágono Virtuoso relacionados: sectores estatales demandantes de tecnología, las empresas que integren la red de proveedores de tecnopartes, los trabajadores de los sectores técnicos y científicos vinculados a la producción.
•     Gestionada por una Mesa Ejecutiva que se caracterice por una probada idoneidad para realizar la tarea y cuente con el reconocimiento de todos los actores involucrados en el desarrollo de la empresa.